El pasado fin de semana fuimos a probar la caída libre indoor. Ya se que suena un tanto ridículo, pero la verdad es que la idea está bastante bien. Se monta un túnel de viento vertical y allí puedes practicar como si estuvieras en caída libre. Por lo que me han contado era al principio una instalación militar que ha sido reconvertida a centro de recreo. El edificio tiene esta pinta:
La verdad es que esta muy lejos y es bastante caro (50 euros por 3 sesiones de 1 minuto) pero merece la pena probarlo al menos una vez. La cosa es mas o menos así:
Al final nos dieron uno de esos diplomas tontos que ha terminado pegado en la puerta de la oficina, pero la foto con los compañeros con los que estuve si que es curiosa.
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